miércoles, 5 de enero de 2011

QUEDA MUCHO POR HACER CON MUY POCOS RECURSOS
En estos tiempos que corren todos tenemos que mirar los gastos con lupa, para no pasarnos en nada, porque sino lo llevamos arrastrando tiempo y tiempo. En las arcas públicas pasa lo mismo. Presupuesto tras presupuesto vamos recortando gastos hasta tener muy poco margen de maniobra. El Ayuntamiento de Castro-Urdiales nos ha recortado sin previo aviso un 40% la subvención ordinaria que se emplea para sufragar los gastos corrientes, pero no sólo se ha quedado ahí, no nos han efectuado la poda del arbolado, no nos han desbrozado los caminos con un tractor-desbrozador (que llevaban haciéndolo diez años) y en definitiva lo que no hace el consistorio lo tiene que hacer la Junta Vecinal que tiene muchísimos menos recursos. Pero no sólo queda ahí, puesto que la Junta Vecinal paga al Ayuntamiento el IBI por un importe global de unos 6.000 euros, si se descuenta de la subvención que nos dan nos queda en unos 10.000 € para todo el año para todos los gastos corrientes del pueblo, cantidad insuficiente y que no llega ni para pagar seguros, luz y teléfono.
Por todo ello desde la humilde Junta Vecinal de Mioño se van a aplicar una serie de recortes, sobre todo en fiestas para poder cuadrar las cuentas e intentar mantener el nivel de inversión que siempre hemos tenido en nuestro pueblo. No solo queda ahí la cosa sino que trabajamos a destajo para conseguir subvenciones que se publican en el Boletín Oficial de Cantabria, presentando proyectos para todo, e intentando que llegue a nuestro pueblo inversión del Gobierno de Cantabria y del Gobierno de España, como es el caso del Plan E con las obras del Cargadero de Dícido y del Túnel de la Estación y cuyo importe en conjunto asciende a más de un millón y medio de euros.
En definitiva, que tenemos muchas actuaciones en marcha, que vamos a intentar impulsarlas y que pese a tener muy pocos recursos tenemos mucha ilusión y empeño en que vean todas la luz y que la primera de ellas sea la reparación de la carretera de La Estación.

Víctor Echevarría Sáez