jueves, 14 de enero de 2010

LAS JUNTAS VECINALES SIEMPRE ESTAMOS AHÍ


Recientemente hemos podido comprobar y sufrir la desaparición de nuestro Consultorio Médico, cuando Mioño sólo tenía 150 habitantes recuerdo que existía médico y practicante, primero estaba en las antiguas oficinas de la mina, al lado del economato, en la primera planta. Después recuerdo que pasaba consulta en el piso de la Junta Vecinal en la urbanización El Puente, estuvo también en un piso de la Casa de los maestros y al final en el lugar que todos lo hemos conocido hasta hoy. Estos son mis recuerdos del paso por los distintos médicos y practicantes. Hoy cuando nuestro pueblo tiene casi mil habitantes nos dejan sin consultorio médico, con la disculpa de que hay que centralizar servicios para llevar a cabo una mejor atención. A los vecinos mayores les ha supuesto un mazazo el tener que desplazarse hasta Cotolino, nuestro consultorio era un avance importante en la atención a los usuarios del servicio de salud, era cercano, abría todos los días y se atendía a un 70% de la población que hacía uso de él. En definitiva, en mi opinión, hemos dado un paso para atrás.
Nada se ha tenido en cuenta, nada ha importado y nada hemos podido hacer desde la Junta Vecinal y el resto de pueblos para evitar el cierre. Nos han dado un margen pequeño de tiempo para reaccionar y como siempre nadie pone soluciones encima de la mesa, a los vecinos se les dejaba tirados, ni el Ayuntamiento de Castro-Urdiales, que tiene la competencia del transporte urbano para hacer que pase por el Centro de Salud de Cotolino, ni desde el Gobierno de Cantabria que es el que ha ocasionado el problema, nadie aportaba soluciones. Y como siempre los alcaldes pedáneos nos hemos reunido y con el apoyo de las respectivas Juntas Vecinales de los pueblos afectados, salvo islares, hemos puesto en servicio un transporte socio-sanitario para todos los vecinos, que atiende de forma gratuíta a los vecinos que van al Centro de Salud y que favorece la accesibilidad al mismo, sobre todo de nuestros mayores y de los que no disponen de vehículo propio.
La conclusión es que las Juntas Vecinales siempre estamos ahí, para defender a nuestros vecinos, aportando soluciones y no recreándonos en los problemas, la gente, los vecinos quieren soluciones y en ésta ocasión, como siempre, cuentan con nosotros.
Víctor Echevarría Sáez