martes, 3 de septiembre de 2013

Dos años después la falta de interés provoca que la rehabilitación de la playa de Dícido esté en punto muerto.

Han pasado dos años desde que el Ministerio de Medio Ambiente aprobase el proyecto de estabilización de la playa de Dicido y su entorno, han pasado dos años en los que la administración no ha dado un paso en ningún sentido que permita la licitación de los trabajos proyectados.


Como todos sabemos la administración regional y estatal cambiaron después de las elecciones, pero el proyecto está realizado y por ello hay que tener consideración con los dineros invertidos en su elaboración, parece que da igual. Además del interés público en rehabilitar una zona de gran afluencia de ciudadanos como es el litoral de Dícido y por otro lado con gran atractivo turístico.

Y ante esto nos encontramos con un Ayuntamiento sin rumbo, sin impulsar los principales proyectos que afectan a nuestro pueblo, para ejemplo tenemos el argayo de la senda del Cargadero desde hace más de 6 meses sin contestar a la petición efectuada por la Junta Vecinal, los saneamientos de Dícido y Saltacaballos sin hacerse, pese a las reiteradas peticiones de ésta entidad local y lo que es mas palpable, las más de 27 peticiones de toda índole que hemos tramitado ante el Ayuntamiento y que no se atienden.

Pasan los meses y la dejación avanza al mismo tiempo, sólo hace falta comprobar como está la carretera general a la entrada al pueblo, tanto desde Balcaba como desde Castro, como ejemplo el cartel con el nombre de Mioño cuando llegas de Castro que ya está totalmente tapado por la maleza, en fin, esto es lo que hay, ésta es la capacidad de trabajo del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castro y esto es lo que no podemos consentir. Los pueblos estamos para pagar, cada vez más IBI, pero inversión, impulso de obras menores, proyectos, cero patatero.

Desde aquí, no dudéis, que vamos a seguir haciendo seguimiento de todos los proyectos, aunque no nos hagan mucho caso, y ahora creemos que es hora de hacer públicas las cosas que están sin hacer y quién es el responsable.



Víctor Echevarría Sáez