martes, 2 de junio de 2009

LA IMPORTANCIA DE LA CONVIVENCIA

El pueblo de Mioño se ha caracterizado siempre por su gente, afable y abierta, esto viene motivado de la mezcla que produjo la gente que venía a trabajar a la mina.
Desde hace mucho tiempo, el pueblo de Mioño no tenía el número de habitantes que hoy tiene. Ahora paseas por la plaza ó estas en uno de los parques y ves gente que no conoces de nada. Se empieza a detectar una cierta diferenciación entre la gente que es del pueblo de toda la vida y la gente que viene de fuera, parece que cuesta integrarse y convivir.
Por todo ello hemos podido observar como la política de Mioño en éste sentido se diferencia de la de los otros pueblos que nos rodean. Es importante hacer obras de interés general, pero es tan importante ó más que las obras que se hacen sirvan para fomentar la convivencia entre los vecinos.
La primera actuación que se hizo en Mioño, que se inauguró en el año 1999, estando ya ocupando la alcaldía fue el Parque de Los Llorones, a ésta pronto le siguieron el de Las Arrieras, el Parque de Las Peñucas, creando con ello y los demás parques existentes una amplia oferta de zonas de esparcimiento, motivando a su vez que sirvan éstas zonas como lugares de encuentro, de charla, de convivencia.
Ahora vemos como recientemente se han llevado a cabo dos actuaciones importantes como son el camino del cauce y el paseo de La Estación, siguiendo con ésa línea de actuación, pronto veremos varias rutas verdes en marcha, fomentando una vez más el encuentro de la gente y las zonas tranquilas para pasear y comunicarse.
A todo lo anterior hay que añadir las fiestas, actuaciones y eventos para fomentar nuestra tradición, que no nos llevan a otra cosa que no sea la convivencia, el encuentro entre los vecinos y el transmitirnos nuestra forma de ver la vida y disfrutar de ella.
Por ello desde éstas humildes líneas pido a todos los mioñeses que sean respetuosos con los demás, que convivan sin ningún tapujo y con ello se conseguirá un pueblo más interesante, más inteligente y más noble, se conseguirá desde luego, porque Mioño ha sido siempre así.

Víctor Echevarría Sáez